Existen instalaciones especiales llamadas plantas de gasificación que ayudan a producir electricidad y calor. Lo logran descomponiendo residuos, materiales vegetales y carbón en un gas. Este gas es valioso porque, una vez producido, se puede utilizar para hacer funcionar un generador que lo queme. Puede quemarlo todo al introducir el gas en un generador y el quemador convierte esa energía en energía eléctrica que utilizamos para alimentar nuestros hogares, escuelas u oficinas. Es relevante para personas de todas las edades, y tanto jóvenes como mayores deben entender cómo funcionan las plantas de gasificación. Esta publicación sirve como una guía introductoria a los principios básicos del funcionamiento de estas plantas.
Las plantas de gasificación generan energía a través de gasificadores de muchos tipos. Algunos de los tipos más destacados son los gasificadores de lecho fijo, los sistemas de gasificación de lecho fluidizado, los reactores de flujo envolvente y los gasificadores de plasma. Aunque estos gasificadores difieren en sus características de quema, los diferentes tipos, como categorías amplias, tienen puntos relativos buenos y malos. Por ejemplo, un tipo puede destacarse al trabajar con ciertos materiales y otro podría ser más amigable para el usuario. Es crucial que compares estos diversos tipos para asegurar la mejor adaptación a tus requisitos y objetivos al generar energía.
El reactor de gasificación es el centro de toda la planta de energía de gasificación. Es el corazón de esa planta porque transforma los materiales de alimentación en gas. El reactor utiliza ese gas para producir energía. El reactor de gasificación debe estar diseñado correctamente, para que funcione y produzca la salida deseada sin poner en peligro a nadie. Una de las buenas cosas de un buen diseño de este tipo es que pueden ser reactores muy eficientes, por lo que estás produciendo mucho gas con solo algo de basura. Evita que la planta de energía opere de manera insegura y asegúrate de que todo sea suave y seguro.
Las plantas de gasificación pueden utilizar diferentes tipos de biomasa. La biomasa (piensa en materiales vegetales), el carbón y los residuos sólidos municipales son los tipos de biomasa más comúnmente utilizados. Cada tipo de biomasa tiene atributos únicos: cuán húmeda es, cuánta ceniza queda después de que se completan los procesos térmicos y un valor calorífico asociado con su potencial energético. Tener la biomasa adecuada para tu planta de gasificación es crucial. Una selección adecuada de la biomasa ayuda a que la planta funcione mejor y mejore la calidad del gas utilizado para la generación de electricidad.
Aunque las plantas de gasificación presentan algunos desafíos, también es muy claro que hay muchas oportunidades para el futuro. El mayor obstáculo que enfrentamos es que las plantas de gasificación tienden a ser más caras que los diseños convencionales basados en combustibles fósiles. Pero las plantas de gasificación, aunque costosas, pueden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, por lo que son mejores desde el punto de vista ambiental. Pueden ser una fuente permanente de electricidad que es tan fácil de controlar. Además, hay buenas posibilidades para futuras plantas de gasificación, como ampliar el uso de tipos adicionales de biomasa como materia prima y producir nuevos gasificadores mejores que puedan generar más eficiencia energética.
Copyright © Qingdao Kexin New Energy Technology Co., Ltd. Todos los derechos reservados - Blog - Privacy Policy